PANEM ET CIRCENSES

 

Así reza un cartel en mi lugar de trabajo.

Ayer, el timbre de mi casa interrumpió mis preparativos, instantes antes de comenzar “el partido”.

Me encontraba sumido en una espiral de ansia y frenesí que me habían hecho abstraerme por completo de la realidad. 

Abrí la puerta de mi domicilio y allí me encontré un señor que amablemente pedía limosna, situación a la que se había visto arrastrado debido a su falta de trabajo.

Me quede estupefacto sin tiempo a reaccionar, 10 segundos antes mi estado de ánimo rozaba el éxtasis, y ahora estaba cayendo en picado hacia un terrible sentimiento de angustia. 

Toda empezó a girar a mí alrededor, petrificado sin poder aclarar mi cabeza. Amablemente le dije que no podía ayudarle en ese momento. No pude reaccionar, le hubiera dado todo lo poco que tenía encima, comida ropa pero me quede en fuera de juego.  Automáticamente la culpa me abrumó por completo.  Hacía años que no veía a nadie en la puerta de mi casa solicitando ayuda. 

Tras este acontecimiento lo todo vi claro, PANEM ET CIRCENSES,  hemos cambiado los circos por estadios, los gladiadores por deportistas,  pero seguimos siendo aquellos romanos que acudían al coso. 

Desde que empezó el mundial hemos sido aislados por el  espectáculo, dejando a un lado las cosas realmente importantes. No hay crisis, no hay paro , el tiempo se ha detenido , la tierra ha dejado de girar , ESPAÑA es  alfa y omega , es lo único.

Me miro y no me reconozco, os miro y no os reconozco, que fue de gentil, de generoso, que fue del crítico y el luchador. 

Donde están mis problemas donde están tus problemas.

De repente, el paro ha desaparecido, las carreteras llegan a su destino,  las empresas ha dejado de cerrar.

No hay noticia que haga sombra a lo sucedido ayer,  se puede anunciar hoy que se eliminan las pensiones y el titular iría debajo de los viva España,  no pasaría nada.